Por las Yungas de Tucumán.

Desde San Miguel de Tucumán parte el Circuito de las Yungas, un recorrido circular que concluye nuevamente en la ciudad y que invita a descubrir toda la exuberancia de la selva subtropical tucumana.

Por la Avenida Mate de Luna se sale de la ciudad rumbo al cerro San Javier. A 12 km se encuentra Yerba Buena, una preciosa localidad de calles arboladas elegida por muchos tucumanos para vivir más cerca de la naturaleza. Aquí hay una extensa propuesta comercial y gastronómica. El camino continúa cerro arriba hacia los poblados de San Pablo –donde en tiempos pasados funcionó un importante ingenio azucarero- y de Villa Nougués, una localidad de casonas señoriales y jardines floridos, que cuenta con una capilla de estilo gótico y una cancha de golf. El verde es el protagonista indiscutido del paisaje. 

 

 

Entre lomadas y arroyos se encuentra la localidad de Raco, donde aún se oyen las coplas y zambas del músico y poeta Atahualpa Yupanqui, se fabrican sabrosos quesos y se realizan artesanías en cerámica y tejidos. A 5 km está El Siambón. Allí, en medio de un bosque de pinos y eucaliptos, los monjes benedictinos elaboran afamados dulces artesanales. Aquí los amantes del golf encontrarán una espectacular cancha de pronunciados desniveles, a 1.300 m.s.n.m.

Ya en el camino de descenso hacia la ciudad, el Dique El Cadillal es un buen lugar para detenerse. En este espejo de agua se realizan paseos lacustres y deportes náuticos. La vuelta a las Yungas de Tucumán puede llevar medio día o un día entero si se requiere recorrerlas en profundidad.

Durante el circuito de las Yungas es imperdible una visita al Parque Sierra San Javier, un Área Natural Protegida de 14 mil hectáreas de vegetación tupida que, a medida que sube por el cerro, cambia su aspecto selvático por bosques de alisos y pinos. San Javier es un lugar ideal para adentrarse en la naturaleza de las Yungas, avistar aves, realizar circuitos en mountain bike y recorrer sus senderos.

 

 

 

 

 

 

fuente:can