Las termas están ubicadas a 12 km de Fiambalá, en un ambiente natural, con paisajes de ensueño, la conforman 17 piletones naturales de roca cordillerana, que disponen uno detrás de otro en un cauce natural en nueve niveles, de modo que el agua va descendiendo al mismo tiempo que se enfría.
Las aguas surgen en lo alto de la quebrada a 75 grados, en el primer piletón tiene 52 grados, hasta los 30 grados, que es la temperatura tolerada.
En el lugar se puede descansar en las cabañas disfrutando del paisaje de la quebrada y al mismo tiempo de las aguas termales. También se puede degustar comidas o comer un asado al lado de las piletas. El microclima del lugar es excelente para cualquier época del año.
A lo largo del tiempo las aguas termales fueron estudiadas por centros de Estudios como la Universidad de Tucumán y de la Plata, y fueron clasificadas como: Hipertermal, Sulfatada, Silicatada, Alcalina bicarbonatada, y clorurada débilmente. Las indican para la artritis reumatoidea aguda y crónica, Reumatismo gotoso, neuroendócrino con trastorno de la circulación periférica, ciática y lumbago; reumatismo crónico deformante, etc. También para las afecciones nerviosas, ya que son altamente sedantes y relajantes del sistema nervioso; limpian los tejidos, favorece el drenaje de los riñones, desintoxican el organismo, este lavado de eliminación influenciado por los silicatos mejora la presión arterial.
Se recomienda que la estadía en el centro termal durara 21 días, que es el tiempo recomendado por los especialistas.
fuente: fga